Queridos tertulianos de la habitación vacía:
Lo del bloqueo es horrible. Es como si ya no me quedasen libros de Benedetti que leer, aunque me sobran, ya sabes. Como si no quedasen más ciudades que incendiar desde la cama.

A veces me pregunto si todo aquello que decimos tiene alguna importancia, si de verdad sirve de algo que abra la boca para algo más que para respirar. Y entonces me acuerdo de ti, de esa inspiración tonta que me traía tu voz, tus notas, tus tardes al sol, no sé. Y me olvido, me convenzo de que en el fondo sólo te inventé, que sólo fuiste un lienzo físico sobre el que verter todas mis expectativas, todo el ideario de locuras que seguía teniendo pendiente. Y ya ves, al final la cosa no salió bien. Y tú dejaste de ser tú.

Así que ahora, o ayer, tendría que ponerme en marcha y buscar otras segundas personas, otras terceras, para dejar así de ser la nota que no encaja en tu melodía perfecta.

Y entonces hoy, o ayer, me encuentro con este nuevo tú. Y tú aún no lo sabes, porque aún no conoces apenas nada de lo que te espera, pero en dos horas me has lanzado de vuelta a mi universo de tiempos perdidos. Y ya sé que tú no prometerás, que te sigue enloqueciendo hacer eso que nadie espera que hagas y que has visto más mundo del que nadie podrá ver, que tu fuerte está en tus manos, que llegas más lejos así que intentando arañarme el corazón desde un portátil.
Lo de tu boca cuando sonríes es utopía, y poco más.


                                                                                                                                Pero sigo bloqueada.

Comentarios

  1. Hola!! He creado un Blog nuevo con la intención de contar mis historias, que te sientas identificada y ayudarte en problemas personales (comenta anónimamete o con tu nombre). Pásate y espero que te guste, BESITOS:)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

La tierra prometida

Domingo de resurrección

añicos