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Estimades, estimats, estimadíssim: Ja és segur que no podràs llegir aquestes paraules, al menys no amb aquells ulls d'infinita saviesa. Mars de records, i de llàgrimes, de crits ofegats i de totes les vesprades que ens van faltar per viure. Ara hi ha una mirada més en la que perdre'm a fotografies, un seient que mai més passara desapercebut i mil paraules que no pensen sortir, perque saben que ja no les escoltaras. Era veritat allò de que la vida era una mentira, que tan prompte se't feia eterna com per a mi s'ha tornat efímera, i segur que hi ha mil veritats més. Ara eres un somni del que no podràs despertar, del que jo desitjaria no haver despertat. Així que somia, amb tot el que ens va mancar. Un poc més sola al món, matinada mirant al cel. I si ja em costava aquella casa mig buida, ara s'ha tornat impossible. Bon viatge. 
Queridos tertulianos de la habitación vacía: A los que creéis que esto fluye, como el agua que te resbala entre los dedos, os diré que es más bien volcánico. Que cuando el turismo se dispara, y me llenáis la habitación de flashes y tiendas de souvenirs ,  las erupciones se vuelven invisibles, y cuando todos volvéis a casa, saltan chispas, fluye, a 100, a 1000 grados, como tú.   Os envidio, cuando necesitáis del humo para aprender a respirar, porque yo sigo sin entender para que me sirve el aire. Que es como los recuerdos, y me invade, y sueño con mares y trenes, y con motoristas voladores y vuelve la angustia . Hemos inventado el mejor juego del mundo, y os diría como se llama, pero sería romper el silencio, extraño, absoluto inacabable. Que por tener, no tiene ni nombre, así que deja de buscarlo (yo tampoco lo entiendo). Paso de dependencias y drogadicciones, más libre que nunca,  bajo régimen carcelario. Y debería reflexionarlo, que ya paso de jugar con fuego, de eso e...

Llueve sobre mojado

Taburetes de cuero y azulejos en las paredes. Un espejo oxidado tras la barra, junto al camarero que, silbando sin demasiado entusiasmo, limpiaba unos cuantos vasos. Una mezcla de humo y polvo cubría el ambiente, la luz a penas atravesaba unos metros hasta convertirse en más humo, en más polvo. Los parroquianos, como náufragos de los 90, se arremolinaban alrededor de una vieja mesa de billar, en el oasis que era para ellos aquel establecimiento. Un par de ellos disputaban una terrible partida a los naipes en una pequeña mesa perdida entre el humo y los posters de viejas glorias, otro, abandonado al placer de su habano, leía ensimismado el periódico. El reloj parecía haber detenido su tic-tac años atrás,  seguramente indignado con la ley anti-tabaco o tal vez abandonado a su suerte en aquella pared. Martini seco con hielo en un vaso que hubiese sido el hazmerreír de cualquier coctelero. Un dedo tamborileando, paseando hacía el abismo en el borde de aquel vaso. Una sonrisa ...
Queridos tertulianos de la habitación vacía: He cambiado las coordenadas de mi mundo, para acercarlas a un nuevo horizonte. Unos cuántos guardias centenarios siguen en pie, luchando contra el cemento, contra el ciment. Mis pies siguen luchando contra la macabra idea de encerrarlos, se pasean de puntillas por un mar de arcilla. Redibujo las paredes de un color que ha traído batallas impracticables, aires de tormenta.  Siguen explotando las burbujas en mi cabeza, y oigo como se rasga el papel en el que escribí unas normas intachables.  Hacer chocar el puto océano contra la tierra. Cada vez que respiras. Tus besos empiezan en mi boca, y terminan en la de cualquiera. 
Queridos tertulianos de la habitación vacía: He perdido el rumbo, aunque lo negaré en cuanto salga de estas cuatro paredes. Suenan los primeros acordes. Joder, llorar con una canción. De eso hacía siglos que no hablaba, ¿verdad? Necesito música para escribir porque no soy capaz de escuchar mis pensamientos.  La gente está como en una burbuja, indiferente a todo. Y yo no hago más que ver caer la ceniza del cielo. Créeme, no es el bosque lo único que arde. Valencia está como vintage. Supongo que hay cientos de formas de autodestrucción. Ponte hasta el culo de alcohol y termina en el hospital. No vas a solucionar nada, pero al menos te habrás ganado el título de gilipollas.  Ni siquiera tiene sentido. Es como uno de esos libros en los que tú eliges cual es el siguiente capítulo. Supongo que yo me lo dejé a medio leer, perdido entre otro montón que debí haber terminado hace siglos. Esperar eternamente. Esperamos, esperas, espero. A que llegue cualquier otro día mejor que hoy....
Queridos tertulianos de la habitación vacía: Lo más bonito del amor es inventarlo. Dibujar sobre mi almohada su sonrisa somnolienta. Esa que nunca he visto. Esa que, probablemente, no exista.  La literatura, en su perfección divina, budista o tecleada, tiene la capacidad de hundirnos en la miseria con obras maestras. Esas obras que nos hacen soñar como infelices, y nos devuelven a la realidad al grito de ¡Bienvenido a tu mentira!  Odio este libro, este que tengo entre mis manos ahora mismo, porque me dice lo imposible que será encontrarte.  Como decía, su sonrisa, la inexistente, me despertaba cada mañana, y yo la hacía desaparecer con un bostezo, no sin antes disfrutar de ella, convirtiéndola en realidad por un instante. Sé que después se tomaba la libertad de perseguirme por toda la ciudad, fingiendo que no me buscaba y que no quería encontrarme. A veces me la encontraba en los escaparates, junto al par de zapatos que me resistí a comprar. Otras veces se dibujaba en las...

L'ampit de la finestra

Els diccionaris s’obstinaven a definir l’amor com un sentiment intens que l’ésser humà busca i necessita, els científics com una reacció bioquímica combinada amb un còctel de feromones, les senyores com la passió desbordant entre Anastasia Helena i Patricio Juan, podent ser aquestos qualsevol dels protagonistes de les telenovel·les i mini sèries que abundaven a la sobretaula de l'època, els més pessimistes com una malaltia, alguns com una simple tàctica per a robar besos i carícies en la nit, però ella, en canvi, el definia com una cosa totalment visual.  Vaig escoltar la seua teoria centenars de vegades, parlava de com les seues pupil·les es dilataven i se li eriçava el pèl de tot el cos, com xicotetes descàrregues que li recorrien l’esquena. “I tot d’un sol cop d’ull” deia, mentre conjurava amb els seus llavis un somriure que, sense que ella ho sabera ni jo ho intuira, em robaria la son anys després. Mantenia el guió com ho fan les bones actrius, creant una melodia amb els ...