Historia de un yo sin importancia.
Yo podría ser cualquiera, cualquiera con las suficientes agallas como para lanzarse de cabeza a la profundidad de todos los mares que convergen en tu mirada. Una vez más, soy un extra en esta historia, sólo la voz que te escribe. Un personaje que pasa desapercibido, pero tú...Tú eres el sinónimo del todo. Apareciste, caprichosa, cuando nadie te esperaba. Te plantaste de repente en mi vida, misterio de sonrisas y luz. Y yo, espíritu aventurero y complejo de cazador, me dispuse a descubrir cada una de las incógnitas que te envuelven, a cazarte cuando menos lo esperases. Me has hecho poeta, susurrando que no hay más poesía que tus dedos jugando a recorrer mi espalda y me has enseñado a escribirte en cada caricia, en cada perturbador centímetro de ese cuerpo tuyo. Te has convertido en pensamiento perpetuo, has llenado mi mente con todas esas cosas tuyas, con esos pequeños detalles que nadie ha visto de ti. Has cambiado el lenguaje de mi vida: ya no pienso, te pienso; ya no mi...