No hay nada más maravilloso que el olor de un libro nuevo . El lomo brilla, el título se lee perfectamente, las páginas tienen ese aroma de eternidad recién estrenada y las letras, con esas nuevas fuentes tan claras y simples de leer. He de decir que me encanta estrenar un libro, lo abres, lo observas cientos de veces y al final te decides a empezar con la lectura. Como nunca antes lo has leído, disfrutas con cada palabra al igual que un niño con un juguete nuevo. No hay nada más maravilloso que el olor de un libro viejo . El lomo está descolorido, el título apenas es legible, las páginas se han vuelto amarillentas y conservan un extraño aroma a inmortalidad y las letras, perdidas entre la espesura de las tintas de una vieja máquina de escribir. He de decir que me encanta releer por enésima vez el mismo libro, lo tocas, captas la vejez de sus tapas, te fijas en la fecha de la primera edición, ¡Dios santo!¿tanto tiempo hace? y al final te decides a embarcarte en la historia ya...